- La compañía, como continuación al Documento de Alcance remitido por el Principado de Asturias, plantea una operación minera subterránea, que además aísla la actividad del entorno y elimina el impacto visual remanente de la explotación, siempre con la prioridad del respeto medioambiental.
- La puesta en marcha del yacimiento y su explotación supondrá la generación directa de entre 150 y 200 empleos directos y más de 1000 indirectos, y supondrá una inversión inicial en Asturias de más de 100 millones de euros.
- El nuevo proyecto contempla la utilización de las tecnologías más modernas y contrastadas para garantizar la sostenibilidad y el cuidado del entorno, respetando la morfología de la zona que será completamente recuperada al término de la explotación.
La compañía española Exploraciones Mineras del Cantábrico (EMC), tras haber analizado el Documento de Alcance remitido por la administración ambiental del Principado de Asturias, ha presentado el Proyecto de Explotación y Restauración de Salave junto a su Evaluación de Impacto Ambiental para su valoración y eventual autorización por la administración. El inicio de este proceso de autorización ambiental se hace desde el convencimiento de que es posible desarrollar una operación minera económicamente viable y medioambientalmente sostenible con el objetivo global de alcanzar el riesgo cero.
EMC contempla un proyecto nuevo y singular de minería subterránea con el prisma del respeto medioambiental y la eliminación de los impactos, especialmente el visual. La nueva propuesta plantea una operación concebida con la tecnología más moderna, contrastada y un fuerte compromiso con el entorno, que garantice la sostenibilidad medioambiental, de acuerdo con los propios compromisos de la compañía y con la exigente legislación regional, española y europea.
Un proyecto nuevo y singular
La singularidad y diferencia de la propuesta se desarrolla bajo el compromiso de alcanzar el nivel de riesgo cero para el medioambiente a largo plazo. El proyecto, que incorpora tecnologías modernas y contrastadas internacionalmente, propone la separación de un concentrado de sulfuros de la mina de Salave como producto final. De este modo se excluye y elimina la necesidad de utilizar productos cianurados en el proceso, como ocurre habitualmente en las minas de oro del mundo.
La extracción subterránea y su relleno total minimiza los residuos mineros y la superficie necesaria para gestionarlos. La actividad regular se desarrollará ajena al entorno al estar las infraestructuras exteriores completamente cerradas dentro de edificios industriales.
El proyecto no generará ningún vertido a cauce terrestre y propone medidas para una protección máxima de las aguas subterráneas, que incluyen la deposición en el mar exclusivamente de agua limpia a través de un emisario submarino a 800 m de la costa y 17 m de profundidad, funcionando de manera similar a los emisarios ya existente en la zona, cumpliendo con la normativa requerida por la legislación autonómica, nacional y europea y sin afección al medio marino, la costa y playas de la zona. El uso de emisarios submarinos está ampliamente contrastado como una solución eficaz en multitud de actividades del ámbito público y privado tanto en Asturias (industrias, estaciones de depuración de aguas residuales, etc.) como en otros países de indudable concienciación ambiental.
Por otro lado, el método constructivo de los depósitos permite maximizar su estabilidad y proponer un Plan de Restauración que contempla una recuperación de los usos actuales del suelo al final de la vida útil de la mina. Al término del proyecto, se eliminan todas las edificaciones y construcciones en superficie, reintegrando la morfología de la zona a su apariencia actual y rellenando los huecos generados en el interior de la explotación en su totalidad, asegurando una recuperación completa e integral.
Impulso al desarrollo
El Proyecto de Salave, situado en el municipio asturiano de Tapia de Casariego, se desarrolla sobre un yacimiento aurífero de un tamaño y potencial económico significativos. Las conclusiones del EIA presentado indican que es viable desarrollar la operación minera con todas las garantías medioambientales, eliminando el impacto visual e impulsando el desarrollo de la comarca más allá de los 16 años de vida estimada del proyecto.
De acuerdo con este análisis, la puesta en marcha y explotación del yacimiento supondrá la creación de entre 150 y 200 puestos de trabajo directos y más de 1.000 indirectos, y una inversión inicial de más de 100 millones de euros en la comarca de Tapia y en el occidente asturiano.
La mayor parte de los beneficios generados por un proyecto de estas características revertirán en la propia comunidad en diferentes vertientes como la importante creación de empleo directo e indirecto, la actividad económica auxiliar, la contribución impositiva, la prestación de servicios y colaboraciones complementarias.
El EIA que se presenta analiza y muestra la absoluta compatibilidad del proyecto con las actividades actuales de la zona y en muchos casos la excelente oportunidad de aprovechar las sinergias para potenciar y mejorar muchas de ellas.
El desarrollo de Salave supondría un complemento sólido de cualquier modelo económico para la localidad, que permita luchar contra la despoblación y el declive socioeconómico, generando empleo y revitalización.