Hoy en día, todos los países con un reconocido prestigio minero vuelven la vista atrás, hacia sus instalaciones mineras antiguas, desarrollando una importante labor para su reconversión y recuperación. Aquí en España, la legislación obliga, desde 1982, a que todas las actividades extractivas realicen trabajos de restauración. Así, en los últimos años, las técnicas de recuperación ambiental en nuestro país han evolucionado desde soluciones puramente ingenieriles o para mitigar el impacto visual, hasta la inclusión del concepto de restauración ecológica. Y es que, gracias a los avances tecnológicos, el entorno puede volver a ser igual después de una explotación minera e incluso, en algunos casos, mejor.
Pero hay también quien ha decidido aprovechar las infraestructuras mineras para darles una nueva vida. Muchos de estos espacios cuentan con un interesante patrimonio que se quiere recuperar para el turismo y lograr así otra vía para diversificar la economía de estas comarcas. Esta es otra de las interesantes posibilidades de futuro que abren los vestigios mineros antiguos como fuente de promoción y desarrollo. Porque las minas abiertas a los visitantes aportan recursos al sector y, a la vez, contribuyen a mantener el recuerdo de lo que supuso la minería para estas zonas.
El llamado turismo minero ha tomado impulso en los últimos años y podemos encontrar múltiples ejemplos en todo el mundo. En Misuri (Estados Unidos), los visitantes pueden explorar lo que queda de Bonne Terre, una de las primeras minas de plomo a gran profundidad de la historia. Este yacimiento se ha convertido hoy en una de las principales atracciones turísticas del estado. Los visitantes pueden reservar visitas guiadas a pie por las antiguas galerías donde los mineros excavaban hace más de un siglo. La parte inferior también se ha convertido en un parque acuático donde se practica, sobre todo, el buceo. Y, en el viejo continente, en la cuenca del Ruhr, por ejemplo, resulta extraordinario ver cómo se han recuperado todas las minas para su uso recreativo. Esta región de alemana tiene atractivos turísticos como la mina del Zollverein, que atrae a más de un millón de visitantes al año y es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde el año 2001.
España tampoco se queda atrás en este tipo de iniciativas. Nuestro país cuenta, sin duda, con uno de los patrimonios mineros más importantes del mundo y, por eso, podemos encontrar también varios ejemplos exitosos. Asturias lidera la puesta en valor de este legado industrial, pero también destacan Castilla y León (concretamente la zona el Bierzo) y Andalucía. Y, aunque muchas personas lo desconocen, también es importante recordar que el Parque Natural de Cabárceno, el mayor atractivo turístico de Cantabria, fue originalmente una mina de hierro a cielo abierto.
El Entrego (Asturias)
En esta mina asturiana se ha instalado el Museo de la Minería y la Industria, donde es posible seguir, paso a paso, lo que ha significado a lo largo de los años el trabajo con el carbón en la comunidad. Esta experiencia se puede completar además visitando la Mina de Arnao, la explotación de carbón mineral más antigua de la Península Ibérica y la única mina submarina de Europa.
Las Médulas (El Bierzo)
Este extraordinario emplazamiento en el Bierzo leonés, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997, ofrece la posibilidad de conocer los restos de la explotación minera romana relacionada con una importante extracción de oro. Considerada la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio Romano, el trabajo de ingeniería que se realizó para extraer el material alteró considerablemente la morfología y el medio ambiente de la zona, dando como resultado un inusual paisaje de tierras rojizas cubierto de castaños y robles. Desde el Centro de Interpretación se organizan visitas guiadas.
Riotinto (Huelva)
Con más de 5.000 años de antigüedad, este carismático parque minero de Huelva está considerado como Paisaje Protegido. En la actualidad, permite no solo visitar una de sus principales minas a cielo abierto, sino también recorrer la zona en tren. Además, el parque minero, que se ha consolidado en los últimos 30 años como el primer destino de turismo industrial de España, ha diseñado estas navidades una innovadora oferta denominada “Riotinto, Marte en la Tierra” que incorpora elementos de turismo científico y divulgativo para dar a conocer las analogías que existen entre el planeta Marte y este rincón de Huelva de singulares características paisajísticas, mineralógicas, geoquímicas y microbiológicas.
Almadén (Ciudad Real)
Este parque minero, también declarado Patrimonio de la Humanidad, se dedicaba a la extracción de mercurio, y la mina real que se puede visitar se explotó en los siglos XVI y XVII. Cuenta con varios museos, además de una galería situada a 50 metros de profundidad a la que se puede acceder bajando en una jaula (el ascensor que utilizaban los mineros). Se accede a ella por el pozo San Teodoro, que conduce al famoso baritel del siglo XVIII. La salida al exterior de la mina se realiza en tren.