• Tras el proceso de información y participación pública se inicia el camino de su valoración por el órgano ambiental tras presentar el documento de respuesta a las alegaciones recibidas sobre el proyecto de extracción subterránea del yacimiento de Salave
La compañía Exploraciones Mineras del Cantábrico ha presentado a la administración del Principado de Asturias las respuestas a los comentarios públicos y administrativos recibidos durante el período de información pública del Estudio de Impacto Ambiental del proyecto Salave. La empresa había recibido 16 informes de los organismos públicos consultados y 20 modelos de alegaciones diferenciados, aunque con muchas similitudes entre sí, remitidos desde diferentes lugares de España.
Las alegaciones ahora respondidas individualmente manifiestan consideraciones generales en contra de la actividad minera o consideraciones legales respecto a la interpretación de la Ley, que no contribuyen sustancialmente a la evolución y mejora del proyecto. Destacan por su recurrencia la similitud de este proyecto con los anteriores, por lo que el director general de EMC, José Manuel Domínguez, ha aclarado que “nuestro proyecto incluye más de 15 diferencias sustanciales con otros presentados y así lo hemos puesto de manifiesto en nuestras contestaciones”.
Para la elaboración de las oportunas respuestas, EMC contó con la colaboración de los especialistas técnicos y científicos que ya participaron en la preparación del proyecto, todos ellos expertos en las diferentes materias y de reconocido prestigio nacional e internacional, entre los que se encuentran la Universidad de Oviedo, el Instituto Hidráulico de Cantabria, Tecnoambiente, MSArqueo, Dolmen Arquitectos, CRS, etc.
“Hemos estado trabajando diligente y profesionalmente para dar respuesta a todos los comentarios recibidos y poder presentar este documento a la administración, que esperamos permita seguir trabajando eficazmente con la Administración asturiana y con la comunidad local de Tapia de Casariego”, añade Domínguez.
Además, ha reiterado que la compañía plantea un proyecto minero progresivo y sostenible, contemplando un “compromiso continuo con la comunidad local, guiándose por un sólido código corporativo de responsabilidad ambiental y social”. De este modo, enmarcándose en el EIA, la compañía cuenta con una referencia para evitar o minimizar cualquier impacto negativo potencial que el proyecto pueda tener en el medio ambiente y la comunidad circundante. “Reiteramos nuestro compromiso con la comunidad local y todas las partes implicadas en relación con el respeto medio ambiental y social, de acuerdo con nuestros códigos de conducta y esperamos que el EIA sirva para evitar o minimizar cualquier potencial impacto negativo”, ha incidido.
Además, la compañía ha destacado el agradecimiento a todos los que han participado y contribuido en este proceso, por sus aportaciones, especialmente durante la pandemia del Covid-19 que ha dificultado significativamente las reuniones e inspecciones necesarias.