La minería subterránea es la alternativa a la minería de superficie. Como tal, es aquella que se dedica a la explotación de recursos debajo de la superficie, y suele llevarse a cabo cuando la extracción de los minerales a cielo abierto no es posible, debido a la profundidad a que se encuentran los recursos o por la existencia en superficie de infraestructuras inevitables.
Hoy en día, la elección del tipo de mina que se utilice para llevar a cabo la extracción del mineral depende de diferentes factores. El avance de la tecnología nos ofrece mayor seguridad y posibilidades de utilizar ambos métodos, reduciendo la decisión principalmente a motivos morfológicos, ambientales y económicos. Una mina subterránea suele ser bastante más costosa y por ende menos rentable económicamente. Pero, por otro lado, reduce drásticamente el impacto visual que genera una mina a cielo abierto, así como las emisiones de ruido y polvo.
La minería subterránea es esencial para la obtención de gran parte de los recursos minerales que sirven de base para el desarrollo de la actividad humana en todos los ámbitos y en todos los objetos de nuestro día a día.
¿Qué tipos de minas subterráneas nos podemos encontrar?
Todas las minas subterráneas tienen algunos componentes importantes característicos, como pueden ser los pozos de ventilación para permitir el acceso de aire limpio a las zonas de trabajo, las rutas y pozos de evacuación o las rampas y pozos de acceso para trabajadores y equipamiento. Sin embargo, cada mina tiene sus peculiaridades. Las aplicaciones tecnológicas y las decisiones básicas sobre el diseño y el método de minería se basan en consideraciones como el tipo de mineral que se extrae, la orientación del yacimiento y su profundidad o las características geológicas subterráneas.
Así, atendiendo a su ubicación en relación con el terreno, se pueden diferenciar dos grandes grupos:
- Los pozos mineros. Se trata de excavaciones por debajo del nivel del terreno natural, que suelen explotarse verticalmente de forma ascendente o descendente. Incluso algunas de ellas pueden desarrollarse bajo el subsuelo marino.
- Las minas de montaña. Cuando el yacimiento de localiza en elevaciones naturales del terreno, como las montañas, se excavan galerías de acceso horizontales que facilitan muchas de las actividades habituales como las entradas y salidas de personas y productos o la propia ventilación y desagüe de las zonas de trabajo.
¿Qué ventajas tienen este tipo de minas?
- Reducción del impacto. La extracción subterránea permite de manera definitiva reducir el impacto visual, el ruido, el polvo y el volumen de residuos generados, cuyo efecto es determinante para reducir molestias y contaminaciones en el entorno de la mina.
La aplicación en la minería subterránea actual de avances científicos y tecnologías modernas y contrastadas consigue reducir enormemente o eliminar impactos negativos de la propia actividad. En la mayoría de los casos estos efectos se convierten en temporales, durante la vida de las explotaciones, para desaparecer posteriormente, eliminando cualquier impacto a largo plazo.
- Reducción del uso de explosivos. El uso de explosivos en la extracción subterránea es más limitado y controlado que en el cielo abierto por su cuantía y las condiciones de confinamiento inherentes. Las labores de perforación y preparación de las zonas de producción están restringidas al ámbito subterráneo, y sus impactos en el exterior definitivamente reducidos.
- Respeto medioambiental. Se respeta el desarrollo del entorno exterior, ya sea como bosques, ríos, tierras de labranza o zonas residenciales.
- Períodos de explotación más largos. Las minas subterráneas, al mantener ritmos de producción en general más bajos, suelen ofrecer periodos de explotación más largos.
En definitiva, la actividad minera ha avanzado mucho en los últimos 25 – 50 años. La minería sostenible, la recuperación y restauración de los espacios sobre los que actúa o la minería subterránea son conceptos de plena actualidad y que se contemplan y respetan en toda explotación minera actual.
La minería subterránea, por todos los beneficios medioambientales y socioeconómicos que aporta es, sin duda, una opción idónea, sostenible y respetuosa.